Volvo y Uber se alían para desarrollar la conducción autónoma

Mónica Redondo    @MonicaRedondoD    20 junio 2019     4 min.
Volvo y Uber se alían para desarrollar la conducción autónoma
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Volvo y Uber se alían para desarrollar la conducción autónoma. El vehículo ya está listo para salir a producción y está basado en un Volvo XC90.

Volvo y Uber se alían para desarrollar la conducción autónoma y es que el líder en seguridad del automóvil y Uber han presentado un vehículo listo para salir a producción, desarrollado conjuntamente, que es capaz de conducirse por sí solo. Esto supone un paso más en la colaboración estratégica entre ambas marcas.

Uber y Volvo Cars firmaron en 2016 un acuerdo de ingeniería conjunta. Desde entonces, han creado varios prototipos destinados a acelerar el desarrollo de los vehículos de conducción autónoma de las dos empresas. El Volvo XC90 que se presentó el 12 de junio es el primer vehículo listo para la producción que, en combinación con el sistema de conducción autónoma de Uber, puede circular de manera totalmente autónoma.

Volvo y Uber, juntos por la conducción autónoma

Como base se ha utilizado un Volvo XC90 equipado con importantes funciones de seguridad que han permitido a Uber instalar fácilmente su propio sistema de conducción autónoma. Esto abre el camino al desarrollo de vehículos de conducción autónoma que podrían funcionar en la red de Uber como un servicio de transporte compartido autónomo.

Entre las prestaciones más importantes de este vehículo de Volvo listo para la conducción autónoma se encuentran varios sistemas de respaldo para las funciones de dirección y frenado, así como una batería que proporciona alimentación de reserva. Si alguno de los sistemas primarios fallase por cualquier motivo, los sistemas de respaldo entrarían en acción y detendrían el vehículo inmediatamente.

Aparte de los sistemas de respaldo de Volvo, también se han integrado en la parte superior del vehículo unos sensores especialmente diseñados para que el sistema de conducción autónoma de Uber pueda funcionar y maniobrar de manera segura en los entornos urbanos.

Este sistema, combinado con la plataforma de Volvo, quizá permita en el futuro un transporte compartido autónomo seguro y fiable sin necesidad de recurrir a los Mission Specialist empleados de Uber que han recibido formación especial para manejar y supervisar el vehículo en zonas adecuadas y especialmente designadas para la conducción autónoma.

El vehículo de producción capaz de autoconducirse que se presentó forma parte del acuerdo comercial que Volvo firmó con Uber en 2016. En virtud de este acuerdo, Volvo entregará a Uber varias decenas de miles de vehículos base, listos para la conducción autónoma, a lo largo de los próximos años.

Conducción autónoma, el nuevo reto

«Creemos que la tecnología de la conducción autónoma nos permitirá seguir mejorando la seguridad, un concepto que es esencial para nuestra empresa», ha señalado Håkan Samuelsson, presidente y director ejecutivo de Volvo. «Para mediados de la próxima década esperamos que un tercio de nuestras ventas corresponda a vehículos totalmente autónomos. El acuerdo con Uber subraya nuestra voluntad de convertirnos en el proveedor preferido por las principales compañías de movilidad del mundo».

«Mantener una estrecha colaboración con empresas como Volvo es crucial para crear una flota segura y escalable de vehículos de conducción autónoma», ha afirmado Eric Meyhofer, consejero delegado de Uber Advanced Technologies Group. «Volvo es una marca reconocida desde hace tiempo por su compromiso con la seguridad, que es la piedra angular de su nuevo vehículo base para la conducción autónoma listo para la producción. Combinado con nuestra tecnología de conducción autónoma, este vehículo será una pieza fundamental del paquete de productos autónomos de Uber«.

Volvo tiene previsto utilizar este mismo concepto de «vehículo base» para introducir sus futuros vehículos de conducción autónoma a principios de la década de 2020. Estas tecnologías, que se integrarán en la próxima generación de modelos Volvo basados en la arquitectura SPA2, incluirán funciones diseñadas para permitir la conducción autónoma sin supervisión en zonas claramente designadas para ello, como autopistas o vías de circunvalación.

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