El SSC Tuatara quiere unirse al ‘Club de las 300 mph’

Miguel Lorente     6 mayo 2020     2 min.
El SSC Tuatara quiere unirse al ‘Club de las 300 mph’
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El SSC Tuatara quiere unirse al grupo de coches que fijan los 500 km/h en su marcador como velocidad máxima alcanzable

Cuántas veces habrás pensado que las velocidades más altas que marcan los velocímetros tras los volantes son meras ilusiones ópticas. Tanto por capacidad del mismo vehículo como por los márgenes legales, superar el centenar de kilómetros a la hora es poco menos que costoso para la mayoría de los ‘mortales’, salvo para ejemplares como el SSC Tuatara.

Pero hay ejemplos, tanto de personas como de máquinas, que superan las velocidades máximas sin despeinarse. Los superdeportivos y sus propietarios pueden catapultarse hasta cifras de aceleración vertiginosas y el último ejemplo de los coches que pueden superar, ya no solo, los 200, los 300, incluso, los 400 y acercarse a los 500 km/h es el SSC Tuatara.

El hipercoche estadounidense es un proyecto que parecía que iba a caer en el saco de los sueños rotos pero que, como si de una montaña rusa se tratara, ya es posible afirmar que la producción de este coche será una realidad.

Desde que en 2019 fuera presentado, su fabricante, Shelby SuperCars North America, SSC, ha fijado en tan solo 100 unidades las previstas a un montante de cerca de un millón de dólares cada una.

Sea como fuere, de un tiempo a esta parte, las pinceladas mostradas por el fabricante, cuanto menos, escalofríos.

Partiendo de la base del corazón de este monstruo, un bloque fabricado para este coche, obra del especialista Nelson Racing Engines, cuyo esquema se basa en 8 cilindros colocados en forma de V y una cilindrada que asciende a los 5.9 litros, asociado a una caja de cambios secuencial que invierte 100 milisegundos en subir o bajar una marcha de las 7 disponibles, que es capaz de producir hasta 1.775 CV.

Este bloque queda inserto en un chasis monocasco de fibra de carbono y queda envuelto en una carrocería también realizada por este material al que se recurre en piezas automovilísticas que bien podrían considerarse verdaderas obras de orfebrería industrial ya que, por si fuera poco, marca un coeficiente de rozamiento propio de un misil tierra-tierra: 0,279.

Así, Shelby SuperCars asegura que su coche es capaz de alcanzar la friolera de las 300 millas, es decir, su marcador puede situarse en los 483 km/h. Un logro al que ya apuntan con vídeos como el que sigue.

 

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