Prueba: Kia XCeed. Un crossover con hambre de comerse el mundo

Miguel Lorente     13 septiembre 2019     12 min.
Prueba: Kia XCeed. Un crossover con hambre de comerse el mundo
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Este coche llega al mercado con el objetivo de completar la gama Ceed y dar respuesta a un mercado con ganas de vehículos de corte aventurero y ADN urbano

Para entender la naturaleza del nuevo Kia XCeed, es necesario saber dónde posicionarlo. Se sitúa entre los utilitarios compactos y los SUV del segmento B, de hecho, podría incluso rivalizar con su hermano, el Kia Stonic, pero desde Kia Europa no hay miedo a tener el enemigo en casa porque no lo consideran como tal.

Esto significa que, tanto por tamaño como por diseño el nuevo Kia Xceed es un crossover, ni SUV ni utilitario compacto, ni todo lo contrario. Una mezcolanza de lo mejor de la arquitectura que le confiere nacer en la misma plataforma que su hermano el Kia XCeed pero mamando de una filosofía similar a la de su hermano el Kia Sportage.

El diseño del Kia XCeed

A pesar de haberlo visto en las imágenes de prensa, al tener delante a este coche queda claro que es una variante adaptada a las exigencias del mercado que toma al Ceed como base pero ya. Los ingenieros nos contaron que tan solo comparte con el compacto las puertas delanteras.

Una cura de crecimiento generalizado que permite compararlo, sin concesiones, con su hermano y que, resumiendo con que sus mediciones, es más coche.

Porque gana en longitud, anchura y altura, tanto es así que la distancia del asfalto, superficie por donde será usado por la mayoría de los clientes, al techo lo pone por encima de vehículos que, en aspecto, parecen más altos que él.

Pero es solo cuestión de percepciones.

Lo que no es una percepción es clara diferencia con el Kia Ceed: el frontal, podemos decir, que es totalmente distinto: parrilla superior rediseñada apoyada en una inferior que integra pontones con deflectores y unas ópticas delanteras más angulosas y con, novedad, iluminación por LED.

La silueta muestra una imagen lateral con un techo curvilíneo suave de pilares A y C con caídas dinámicas y una elevada línea para la zona inferior de la ventanilla lo que deja la fotografía de una posición de conductor que, dependiendo de la altura de quien lo maneja, podría dejar ver poco más que la cabeza o, a lo sumo, los hombros.

Los pasos de rueda y las taloneras aportan el look que los clientes y futuros clientes de Kia quieren en un crossover: un coche urbano con porte campero.

La zaga, aun mostrando ciertas similitudes, por lo redondeado de su aspecto, con las versiones Tourer y Proceed, luce también luminarias de nuevo cuño y, bajo el logotipo, muy próximos entre sí, las letras del modelo en cuestión en un portón de acceso a un maletero que ha sido uno de los puntos que más me han sorprendido.

Un amplio compartimento donde cupieron sin problema 3 maletas de cabina, dos en posición horizontal y una en vertical, entre las dos primeras, dejando, además, espacio de sobra para ubicar, de haber sido necesario, bolsas de mano o bultos de menor volumen.

De hecho, según el fabricante, el maletero del Kia XCeed cubica 427 litros muy bien aprovechados.

Habitabilidad y confort del Kia XCeed

Y si de espacio hablamos, el habitáculo es uno de los puntos a describir con cautela: atractivo, actualizado pero con materiales de calidad modesta.

Esto supone que, aunque con un diseño y acabado más que correcto, el diseño y la elaboración de piezas como el salpicadero, los paneles de las puertas y los tejidos usados para la tapicería tienen buen aspecto, un tacto agradable y una terminación adecuada para el precio de estos coches.

El uso masivo de plásticos en el interior no está reñido con una habitabilidad y confort por encima del coste pagado. Un coche económico, sí, pero que ofrece una sensación de calidad y una impresión superior.

La posición del conductor llega con la habitual regulación del asiento y de la columna de dirección que, junto con un apoyo lumbar en cuanto al interior del respaldo de la butaca, permiten una ergonomía cómoda que agarra muy bien en la zona superior del tronco, para una persona de mi talla, entre una M y una L de camisa, pero que libera a la zona inferior de agarre. Tampoco es algo que suponga un problema en un coche que no va a ser destinado ni para una conducción deportiva ni, mucho menos, off road.

En cuanto a la visibilidad desde el asiento protagonista de la conducción, el peor punto es el de la visión tras el paragolpes trasero puesto que la luna es estrecha, el uso de  la cámara de visión trasera durante el estacionamiento o de los retrovisores laterales, en movimiento, invitan a tener como apoyo el espejo central.

Lo interesante vendrá por delante. Incluso, por detrás del volante o en la consola central puesto que Kia introduce y ofrece en el Kia XCeed, de manera opcional y según los paquetes elegidos, un cuadro de instrumentación digital. Sencillo, con una calidad de imagen correcta y una selección desde el volante sin complicaciones.

Igualmente, en el salpicadero, la nueva pantalla táctil de 10,25 pulgadas ofrece hasta tres visualizaciones simultánea y servicios en línea desde el nuevo UVO, el sistema remoto de info-entretenimiento inteligente gestionado mediante la aplicación propia para teléfonos inteligentes que permite llevar a cabo operaciones fuera del coche como apertura o cierre, geolocalización, asistencia vial, etc.

Desde la posición de acompañante de quien conduce, el espacio para las piernas, para una persona de 1,80 como quien escribe este texto, permite tanto disponer de holgura para el uso o movimiento propio como para el de quien ocupe la banqueta trasera.

Unos puestos los de las plazas traseras en reparto 40:20:40 que permiten viajara sin complicaciones detrás, con la regulación mencionada de los asientos traseros aunque sin posibilidad de deslizar los pies bajo el asiento ya que la butaca delantera no lo permite.

El aire sobre la cabeza de los viajeros de las plazas posteriores es limitado. No ofrecía más de 10 centímetros entre mi cabeza y el techo. No ocurre lo mismo para los hombros, que disponen de espacio entre su posición y la pared.

Un espacio correcto para largos viajes sobre todo si en el trayecto una o dos personas de tamaño adulto porque tres resultaría angustioso.

Al volante del Kia XCeed

La descripción del coche pasa a un segundo plano cuando se trata de saber qué tal se desenvuelve el que va a ser el producto estrella de la gama Ceed y del que la marca espera vender con esta configuración más unidades que lo que sumarían las otras tres carrocerías juntas.

Igualmente, a la espera de la llegada de versiones electrificadas, el Kia XCeed híbrido de gasolina y mild hybrid diésel, Kia prevé vender unidades de este crossover de gasolina que de gasóleo.

Por eso la prioridad es conducir ambas opciones, gasolina y diésel.

Pero también lo es conducir la caja manual y la de doble embrague automática puesto que, la mayoría de los clientes y compradores del XCeed deberán elegir qué opción se ajusta mejor a sus necesidades, a sus gustos y, sobre todo, a su presupuesto.

Un ruta con el Kia XCeed 1.6 T-GDI con caja de cambios manual

Con todo ello, iniciamos la prueba del Kia XCeed, arrancamos el motor mediante el botón de Start/Stop y el bloque motor 1.6 litros, turbo, de 204 CV que, asociado a una caja de cambios manual de seis marchas, entra en funcionamiento.

Tras una ruta mayoritariamente por carreteras secundarias, el motor demuestra un empuje justo, es decir, cuando juegas con la caja de cambios a buscar el punto óptimo, el coche responde de manera correcta, quizás le falte un plus de inmediatez y de mayor aporte en momentos en que la aguja de las revoluciones cae, pero no compromete el comportamiento en general. Recupera bien.

La dirección tiende a tener cierta demora entre el movimiento del conjunto brazos-manos y el giro del eje delantero. Se notan los voladizos de mayor longitud y se siente que la zaga entra de forma más tardía que el eje delantero.

Pero lo mejor llega al circular por zonas reviradas. Aprovechando una sección en carretera sinuosa por la que discurría la prueba del Kia XCeed de gasolina, resulta hasta divertido gracias a una dinámica que sorprende por su buen comportamiento.

La suspensión es dura para ser un coche con pretensiones de todocamino pero que, de cara a tramos de curvas enlazadas, en coordinación con el chasis, sin ser excesivamente comunicativo,  se comporta muy bien.

La inclinación del capó incita a crear una sensación de incisión sobre el vértice de la calzada.

Como recomendación, al no ser un coche deportivo, el equipo de frenos, cuyo pedal tiene un recorrido corto e inmediato, invita a no pasarse con la efusividad en su conducción. Es decir, se puede conducir de forma amena pero, como en cualquier situación, con la premisa de la precaución y la cordura, sabiendo dónde están sus límites.

En vías rápidas, la sensación al finalizar esta prueba del Kia XCeed es que es un coche cómodo, muy cómodo de conducir y, en zona urbana, con sus devenires de detenciones por semáforos, pasos de peatones, resaltos y demás, el uso de un pedal izquierdo, de profundidad considerable y tacto un tanto esponjoso, se echa de menos el cambio automático que liberaría la tensión de la pierna izquierda.

Respecto del consumo del Kia XCeed gasolina, para este motor 1.6 litros turbo, el consumo en los casi 70 km recorridos mayoritariamente por carreteras interurbanas de trazado de montaña fue de 7,5 litros a los 100.

El precio de Kia XCeed, con el acabado Emotion, conducido, aplicados todos los descuentos, sería desde 27.177 euros. Una cuantía que, dado el uso y la siguiente prueba, podría ser la segunda mejor opción.

Al volante del Kia XCeed 1.6 CRDi y caja de cambios automática

Tras conducir por carretera fuera de población el Kia Xceed gasolina y manual, el plan era probar la versión opuesta: diésel y automático.

La ruta elegida para este caso fue urbana cien por cien, en plena hora punta marsellesa con una actividad febril de peatones, muchos de ellos, escolares en horario de entrada a las escuelas, infinidad de bicicletas y patinentes eléctricos sobre el asfalto y motocicletas serpenteando entre coches.

Acostumbrado al tráfico de una gran ciudad como es Madrid, el de Marsella me impactó por ser frenético, un tanto caótico pero respetuoso y sigiloso, ya que nadie pita, pero que obliga a estar alerta ante la aparición por cualquier flanco de un vehículo de dos ruedas intentando avanzar de cualquier manera.

El recorrido para esta prueba del Kia XCeed contaría cerca de 20 km por la costa de la localidad mediterránea, arribando a la zona portuaria y volviendo al punto de inicio por una vía soterrada con máximas de 60 km/h, en su mayoría, “referenciales” para los lugareños.

Tras pulsar el botón de arranque del Kia XCeed diésel y automático la rumorosidad es más bronca que en el caso de su hermano de gasolina. Pero tampoco es un traqueteo que acabe siendo molesto.

La caja de cambios se acciona mediante una voluminosa palanca que admite gestión manual cuando se selecciona dicha opción y una configuración Sport que, dado el trayecto realizado, no hubo opción a probar en condiciones.

Iniciado los primeros metros en la prueba del Kia XCeed, la caja de cambios de doble embrague DCT es suave, en ritmos medios inserta una velocidad más al llegar a 1.500 vueltas y aguanta si el esfuerzo de moverse se realiza en pendiente, para lo cual es preferible elegir la marcha mediante la posición M, hacia arriba o hacia abajo.

Pero solo en este caso se hace recomendable pensar en la velocidad en la que trabaja la caja de cambios. Sinceramente, en un recorrido tan estresante y urbano, con constantes detenciones, prescindir de un pedal izquierdo y dejar que la máquina se ocupe de ello se agradece.

Igual que, para amantes de la conducción la caja manual de la versión de gasolina aporta un plus de emotividad a la marcha, para quienes quieran un coche con el que desplazarse de A a B sin complicaciones más allá que las de avanzar, parar y vuelta hasta el destino, valorar la opción de comprar la caja de cambios automática es un acierto.

Igual que para el caso del tipo de trayecto habitual para el que se piensa en comprar un Kia XCeed, tras finalizar el trayecto urbano, el consumo medio en esta prueba del Kia XCeed diésel se plantó en 6 litros a los 100 km exactos de gasóleo. Es decir, un gasto de 1,2 litros de gasóleo para circular casi 20 km en el peor momento del estado del tráfico por ciudad.

Dado que el precio del Kia XCeed 1.6 CRDi de 136 CV y caja de cambios automática de siete velocidades con el mismo acabado Emotion cuesta desde 25.949 euros, para un uso mayoritariamente urbano, entiendo más cómoda la opción de esta versión de marchas robotizadas.

Cuál comprar ¿Kia XCeed gasolina o diésel? ¿Manual o automático?

Ahora, si tras leer la prueba del Kia XCeed cabe pensar en su compra y decidir cuál comprar, si el Kia XCeed gasolina o diésel, solo el conocimiento de las necesidades y exigencias de cada uno podría inclinar la balanza hacia uno u otro carburante.

Pero, si me preguntas por mi decisión, para mí, el Kia XCeed diésel con caja DTC sería la opción a elegir.


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