El Santo Grial de los Lamborghini Miura es localizado

Alvaro Avilés     7 mayo 2019     4 min.
El Santo Grial de los Lamborghini Miura es localizado
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El Lamborghini Miura más famoso de la historia, el utilizado en la película The Italian Job, ha sido localizado después de más de 50 años de búsqueda.

Ya han pasado 50 años desde que una de las películas obligadas en la filmoteca de un petrolhead, The Italian Job, fuera presentada al gran público. Toda la trama de la película comenzaba con un espectacular Lamborghini Miura P400 trazando curvas en una bonita carretera transalpina.

Sin embargo, los “malos” de la película tienden una trampa al personaje encarnado por el actor Rossano Brazzi en un túnel. Una excavadora corta el paso del musculoso deportivo italiano y este acaba estampado contra la misma, culminando esta atrocidad al tirar el coche por un enorme barranco.

Parece toda una locura tirar un Lamborghini Miura P400 por un barranco, sobre todo pensando que su cotización actual supera con creces los 600.000 euros. Pese a que el coche aparece destrozándose mientras impacta contra enormes rocas, los mandamases de Lamborghini no estaban tan locos como para inmolar uno de los coches más deseados de su historia. Por ello, Paramount Pictures, la productora de The Italian Job, pidió un Miura a Lamborghini que estuviera ya accidentado para lanzarlo al vacío.

Sin embargo, el paradero del Lamborghini Miura P400 utilizado para descender el Gran Paso de San Bernardo fue desconocido por varios años. Los coleccionistas de todo el mundo se tiraron de los pelos durante décadas para tener esta unidad en sus garajes, aunque lo único que consiguieron fueron pistas erróneas que no llevaron a ningún paradero.

Todo indica que este Lamborghini Miura tan especial estaba en Liechenstein

La colección Kaiser de Vaduz, en Liechtenstein, tenía entre su parque móvil un Lamborghini Miura idéntico al que salía en la película: color Arancio Miura y con tapicería en piel negra y blanca. Por ello, la pregunta fue clara: ¿Y si somos nosotros los que tenemos el Santo Grial y no lo sabemos?

Por ello, los responsables de la colección decidieron llevar su unidad a Lamborghini Polo Storico, el departamento de vehículos históricos que Lamborghini tiene en Sant´Agata Bolognese que, por ejemplo, son también responsables de devolverle todo su esplendor al espectacular Lamborghini Miura SV de Jean Todt. Estos artesanos del mundo del automóvil examinaron toda la documentación que había en la compañía al respecto y examinaron con lupa el propio coche.

Además, ayudaron en el trabajo los testimonios de algunos antiguos empleados de la marca, especialmente el de Enzo Moruzzi. Éste fue quien entregó el Lamborghini Miura al set de la película y quien condujo realmente el coche en las escenas de conducción.

Moruzzi aportó a la investigación algunos datos muy concretos, como por ejemplo que como el Lamborghini Miura debía volver intacto a la fábrica tras el rodaje, se le tuvo que hacer alguna modificación. La unidad accidentada que Paramount compró tenía la tapicería en cuero blanco y negro, por lo que Lamborghini facilitó uno con la misma configuración. Sin embargo, la marca no quería correr el riesgo de que los asientos de la unidad nueva se mancharan en el rodaje, por lo que cambió los mismos por unos negros ya usados y dejó los cabeceros blancos para que no se notara nada.

Las piezas encajan, es el Lamborghini Miura buscado

Tras contrastar una gran cantidad de datos y ver que el puzle encajaba a la perfección con lo que contaban los testigos, se ha llegado a certificar que el Lamborghini P400 residente en Liechtenstein tiene el número de chasis #3586. Este insulso número cobra sentido al afirmar que esta es la unidad utilizada para la filmación de este clásico del cine.

Tras la investigación, se ha conseguido saber dónde ha estado esta codiciada pieza de coleccionista durante tantos años. Después del rodaje, el coche se vendió a su primer propietario en Roma. Pasados 50 años, en 2018 Fritz Kaiser se hizo con esta unidad para su colección, no sin antes haber pasado por varias manos.

Después de conocer esta apasionante historia, no hay duda que el coleccionista de Liechtenstein tiene un unicornio en su garaje. En el mundo de las pujas de automóviles clásicos, un dato como el de nuestro protagonista de hoy, puede hacer que su cotización ascienda enormemente, por lo que habrá que ver si Kaiser se queda con él o decide venderlo y llevarse un buen pico.

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