El Honda Mean Power V2 consigue el record del cortacésped más rápido del mundo

Alvaro Avilés     10 junio 2019     4 min.
El Honda Mean Power V2 consigue el record del cortacésped más rápido del mundo
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El récord del cortacésped más rápido lo tiene un Honda: tiene 200 caballos, alcanza los 160 km/h en menos de 7 segundos y su velocidad máxima supera los 240 km/h.

Honda ha vuelto a sacar de su garaje de carreras la más absurda de las herramientas pero a la vez apasionante, un cortacésped atómico. Un aparato que se ha conseguido el récord del cortacésped más rápido del mundo en alcanzar los 160 km/h. Bajo la atenta mirada del jurado del Guiness World Record, el Honda Mean Power V2 alcanzó la cifra en unos impresionantes 6,29 segundos.

No es el primer récord que consigue la marca en 2019, puesto que el Honda Civic Type R se convirtió en el vehículo más rápido en completar una vuelta al circuito Mount Panorama.

La encargada de hacer volar a este cortacésped fue la experimentada piloto Jess Hawkins, experta en pilotar karts y vehículos de competición. Sin embargo, para alcanzar este récord no vale sólo con acelerar en línea recta, sino que este curioso artefacto tiene que cumplir con la función para la que fue creada en origen: cortar el césped.

Por ello, la marca ha modificado ligeramente sus cuchillas, que ahora son de fibra de carbono para que su peso no lastre demasiado las prestaciones y cuenta con un par de motores eléctricos para moverlas. Además, algo imprescindible para entrar dentro del libro de récords más famoso es que el Honda Mean Power V2 no debía perder su estética de cortacésped, por lo que no le faltan elementos como su depósito para el pasto cortado.

Este cortacésped tiene el motor de una Honda CBR1000RR

Esta segadora atómica se creó el pasado año para batir el récord vigente desde 2014 en el que la anterior versión de este cortacésped logró alcanzar los 187 km/h. Para crear esta versión 2.0, Honda se alió con su patrocinador principal del Campeonato Británico de Turismos, Team Dynamics. Sin embargo, utilizaron ordenadores para hacer algunas piezas a medida e incluso tecnologías como la impresión 3D.

Una parte esencial es el motor, por lo que pocas marcas son más expertas que Honda en sacar enormes potencias a motores de pequeño tamaño. Por ello, qué mejor que meter el propulsor de la moto de altas prestaciones de la marca, la Honda CBR1000RR Fireblide: tiene 200 caballos y es capaz de estirar hasta las 13.000 rpm.

Uno de los datos claves de este motor es que tan solo pesa 69,1 kilogramos, por lo que el peso total del cortacésped da una relación potencia peso/potencia es mejor a la que tiene un todopoderoso Bugatti Chiron. Ahora que conocemos estas cifras, parece que no estamos ante ninguna broma, esta locura es una auténtica bala.

6,29 segundos para alcanzar los 160 km/h y una velocidad máxima de 241 km/h

El tiempo de aceleración se consiguió gracias a unos temporizadores montados en el Honda Mean Power V2 por la organización del Guiness World Record. Para conseguir la increíble cifra, la segadora debía hacer dos lances y se haría una media entre ambos para sacar los 6,29 segundos que le valieron para convertirse en el cortacésped más rápido del mundo. Honda ya es un experto en las llamadas Drag Race, por lo que aquí podemos ver una carrera de aceleración entre el Honda Civic Type R y sus antepasados.

Además, la marca aprovechó que estaban en un circuito con largas rectas para comprobar de lo que era capaz su creación. La velocidad máxima alcanzada por el Honda Mean Power V2 fue de unos espectaculares 241 km/h.

Dave Hodgetts, Director General de Honda UK, comentaba: “El Mean Power original era una máquina increíble; pero esta vez lo hemos llevado a un nivel completamente nuevo con la versión 2.0. Después de alcanzar el récord de velocidad máxima en 2014, queríamos alcanzar también un nuevo récord de aceleración y el resultado ha sido espectacular”.

El Honda Mean Power es sólo un prototipo, pero si estuviera a la venta, un servidor se pensaría cambiar el teclado por la jardinería. La idea de cortar el césped en un artefacto de 200 caballos seduce a cualquiera y, además, los trayectos entre jardín y jardín serían fugaces, por lo que es difícil sacarle una pega.

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